Desde mi sala!

Tengo un amor que me quema. 

No es de otra manera. Arde en mi ser, cada vez que te veo.  Se que vas a cruzar esa puerta, como lo haces cada día, y me besaras en la frente, incluso me abrazaras, pero es algo que últimamente evitas.

Creo que has descubierto esta pasión que me quema, se que me has visto cuando te observo sin poder contenerme.

Se que has notado mi cuerpo estremecido cuando lo rozas al sentarnos juntos en el sillón a ver la TV.  Se que por ese motivo, ahora  pretendes tener algo más que hacer y no poder ver la TV.

Los viajes en carro, solos tú y yo, para mí eran ilusionantes, algunas veces en tu ropa deportiva, otras en tu ropa de oficina.   Tu fragancia invadiendo mi ambiente, tu sonrisa pícara, esas conversaciones con tus colegas, amigos en el celular, mientras viajabamos, y yo podia escuchar tu voz.  Esa voz intima pero firme, con la que conversas con ellos.  Mientras yo deseo que me susurres a mí, que me guiñes tu ojo, como lo hacías antes. Pero ahora lo evitas, te vas mas temprano, o te quedas mucho más tarde.

Se que me tienes un gran cariño, y eso no ha cambiado, lo sé.  Te he visto enojado cuando sabes que alguien me ha hecho daño, o incluso llorar por mí, cuando me has visto enferma en el hospital, o preocuparte hasta la desesperación, como el día que haciendo senderismo caí por la ladera, y me tuvieron que sacar en camilla.

Pero no es suficiente, al menos, ya no lo es para mí.  No puedo apagar esta llama dentro de mí. Se que me está alejando de ti, y no sé cómo apagarla.

No sé, como no sentir envidia, de ella, cuando llegas a casa, ver como la miras, a ella, como la amas, como le susurras, como le sonríes, como tus ojos se iluminan, creo que como los míos cuando te veo a ti.   Y se que como yo noto eso en ti, tu lo tienes que notar en mí.

A ella la adoro, y se que tu también, ambos la adoramos, pero de maneras diferentes.   Ella también es la luz de mis ojos, mi amada madre, y tu mi padrastro, aquel hombre que vino a llenar un gran vacío en nuestras vidas.

Desearte es mi tortura, pero también es mi mejor momento de cada día.